En el corazón de Nicaragua, entre relieves y riberas, disfrutarás de Boaco y Chontales, pueblos de tradiciones, surcados de ríos, quebradas y saltos, rodeado de cerros que a lo lejos se observan como gigantes moles de piedra. Chontales, con sus isletas del Lago Cocibolca, cerros, ríos y cascadas, acompañado de la experiencia única de conocer la producción de granos y la ganadería, te hará conectarte con la naturaleza y la vida en el campo.

Boaco, uno de los principales productores de leche y su gente se destaca por ser artesanos de finas monturas, botas y fajas de cuero de excelente calidad. La ciudad de dos pisos abierta al mundo para mostrar sus fincas, museos, miradores, iglesias y cultura de encanto.

“Las Rutas Boaqueñas y Chontaleñas”, sendas ancestrales que se prolongan sobre la quebradiza geografía de estos departamentos que se extiende entre la zigzagueante zona lacustre, las altas cumbres de las serranías de Amerrique y la vastedad de la altiplanicie del Caribe.

Con una intrincada historia, y con una naturaleza privilegiada, Chontales enriquece la propuesta turística nacional con una abundante arqueología, una centenaria tradición ganadera y encantadores escenarios naturales que incluyen cascadas, montañas, monolitos, termales, entre otros. Estos atractivos se complementan con la comprobada hospitalidad y laboriosidad de un pueblo que ha sabido sacar los mejores frutos a esta bendecida tierra y aportan a la construcción de la paz.

Boaco es un depósito de tradición aborigen, sus municipios son escenarios encantadores de cultura e historia, con nombres indígenas y españoles, gastronomía precolombina y moderna, tiene danzas típicas y canciones originales, mientras resuenan los pasos del bailante moro y el cristiano en honor a Santiago, su patrono.

En esta ruta se puede disfrutar del turismo rural, geoturismo, agroturismo, de aventura, cultural y de naturaleza.