Adentrarnos en la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte es conocer el costado más desconocido de Nicaragua, exótico, cultural, con tradiciones únicas y muy representativas, naturaleza indómita, gente maravillosa, flora y fauna sorprendente, rica en oro, su gastronomía es variada y su folclor es particular.
Los invitamos a recorrerlo palmo a palmo a través del primer Mapa Nacional de Turismo en la historia del país.
Esta región, única en Nicaragua, su multiculturalidad y pluralismo étnico la hace tener una gran diversidad cultural; lo que define su patrimonio cultural y su referente identitario.
El Caribe Norte es Bonanza y sus minas de oro, es Prinzapolka con sus paisajes deslumbrantes, es Siuna y sus fincas ganaderas, es Rosita con su cultura originaria, es Puerto Cabezas y su historia miskita, es Waslala con su nuevo porvenir, Waspam con sus bosques de pinares y Mulukukú naciente con la esperanza en su gente trabajadora y hospitalaria.
Este amplio territorio de unos 33,000 kms2, aproximadamente, está formado por una extensa planicie húmeda y una gran parte selvática, surcada por ríos anchos y caudalosos como el Río Coco, Wawa, Kukalaya, Prinzapolka y el Río Grande de Matagalpa.
Esta región ofrece además de sus potenciales atractivos turísticos, amplias posibilidades en el desarrollo y aprovechamiento racional de recursos naturales variados como las minas de oro, la pesca de crustáceos y otras opciones ligadas con la utilización de sus ríos y litorales para un activo comercio con el resto del país y el mundo entero.
El folclor es único en esta zona caribeña, el tradicional king pulanka, el may pole o palo de mayo y el sauda son tres manifestaciones patrimoniales de los miskitos y mayangnas que constituyen la herencia de sus ancestros.
Su población principal es Puerto Cabezas, situada a la orilla del mar Caribe, seguido por Waspam, a orillas del Río Coco en medio del territorio miskito, está comunicada por una espaciosa carretera que atraviesa la gran sabana de pinos, su famoso Triángulo Minero, son poblaciones cercanas, con el recuerdo de sus ricos yacimientos de oro, hoy solo Bonanza lo aprovecha a nivel empresarial exportable.
Así es el norte, con una naturaleza despampanante, con su gente laboriosa, sus tradiciones ancestrales vivas, con la esperanza siempre de un futuro mejor.