Nicaragua cuenta con 74 áreas protegidas, cubriendo aproximadamente una extensión territorial de 7,462,410 hectáreas, en nueve categorías de manejo, que equivale a más del 57% del territorio nacional.
Las áreas protegidas se establecen conforme la legislación vigente con el objetivo de la conservación, el manejo racional y la restauración de la flora, fauna silvestre y otras formas de vida, así como la biodiversidad y la biósfera. Por su relevancia natural, social y cultural se les reconoce como Sistema Nacional de Áreas Protegidas y se integran las Reservas Silvestres Privadas.
Muchas áreas protegidas del país, como las ubicadas en la costa Caribe y las del norte y centro del país son responsables de proteger grandes extensiones de biomas fragmentados.
Entre las áreas protegidas más importantes, tanto para Nicaragua como para el continente americano y el mundo, están la Reserva de Biosfera Bosawás en el departamento de Jinotega (frontera con Honduras) (1997), Reserva de Biósfera de Río San Juan (2003) y la Reserva de Biósfera Isla de Ometepe (2010), declaradas por la UNESCO, y Reserva de Biósfera del Caribe Nicaragüense, ubicada frente a la costa este del país, aprobada por la Asamblea Nacional de Nicaragua el 28 de enero de 2021.
También hay áreas protegidas en el país cuya importancia es la preservación de especies endémicas, como la Reserva Natural Volcán Mombacho, en la que existen diversas especies endémicas de salamandras y orquídeas.
En resumen, las áreas protegidas juegan un papel fundamental en la protección de la flora y la fauna del país, además de proteger ecosistemas degradados en otros puntos del país.
