La Trinidad se ha destacado por ser un pueblo de inmemorables mitos y leyendas, narraciones populares que se han constituido de un hecho real o de la ficción del imaginario colectivo de sus pobladores.
Cueva La Mokuana
Leyendas que se trasmitieron de forma oral de generación en generación y que hoy forma parte importante de la cultura y de la identidad de los triniteños. La más famosa es la leyenda de La Mocuana, autóctona de este municipio y le ha dado nombre a lugares como el cerro La Mokuana y al grupo musical Los Mokuanes.
Este lugar fue utilizado como descanso de viajeros y comerciantes que trasportaban sus mercancías en carretas y con el tiempo se fue formando un caserío. Uno de sus primeros visitantes fue el sacerdote Pedro Ricardo Pérez, quien nombró a este caserío “Villa La Trinidad” y fue elevada a ciudad en 1967.
Otro aspecto distintivo de esta ciudad es la tradición musical, La Trinidad «Tierra de cantautores y músicos»; de aquí ha salido una cantera de músicos que ha dado vida a tríos, mariachis y conjunto musicales en todo el país. Entre sus exponentes más conocidos están Los Mokuanes y el Mariachi Norteño, tradición y orgullo de los triniteños.
Desde su llegada, por la carretera a La Trinidad, se siente en el aire un delicioso aroma a pan recién horneado, listo para disfrutarlo con una humeante taza de café segoviano. Y la razón de este agradable ambiente es sencilla, es la ciudad con la mayor producción de pan en Nicaragua.
Por tal razón, los triniteños son conocidos con orgullo como “Pan de a medio”. Actualmente existen 25 micro, pequeñas y medianas panaderías y panadería Aurami como industria grande, que abastecen a todo el país, se destacan los productos de mayor referencia (galleta popular, pan de a medio, semita de arroz, picos, pan simple, cachete de indio, enrrollado, bizcotela y empanadas tostadas).
Artesanías, una herencia hecha tradición
La Trinidad también es territorio de oficios tradicionales, importantes en la economía de sus habitantes, transmitida de generación en generación.
Entre estos oficios se destacan 400 familias en la comunidad de San Francisco que día a día se dedican a la elaboración de hamacas, mecates, sinchas, sinchones, cabuyas, cuerdas, entre otros productos elaborados en nailon y pita, sus productos los comercializan en todo el territorio nacional y a nivel centroamericano. La tradicional y ancestral pita es materia prima cultivada por ellos.
Podemos conocer y participar en el proceso de elaboración, si visitamos las comunidades La Caña y San Francisco, lugares pintorescos y llenos de mucho colorido por sus productos artesanales. Están ubicadas entre San Isidro y La Trinidad, sobre la Carretera Panamericana en el kilómetro 123.
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