El nombre del municipio se deriva de “La Quebrada del Coral”, nombre que le asignaron ciertos colonos iniciales luego de matar, en el lugar, una serpiente coral. Esta acción influenció la denominación y después se extendió al valle fronterizo.

Pobladores locales

El área de este municipio era territorio dominado por las culturas autóctonas hasta mediados del siglo XIX. A finales de dicho siglo, la incursión de productores ganaderos, raiceros y madereros transformaron el entorno de la región. Los caminos de Acoyapa, en el sector de La Manga, se convirtieron en la principal ruta de acceso a esta zona.

La colonización de los años 60’s, con campesinos del occidente del país, elevó la población municipal. En esa etapa, surgió el poblado Colonia Río Rama, segundo centro poblacional del municipio. Por otro lado, gracias al clima y la mayor pluviosidad, los ganaderos de Chontales fueron comprando tierras para mantener sus reses en verano.

Fue cuestión de pocos años para que el municipio se poblara con personas provenientes de todas partes de Nicaragua, haciendo que su cultura sea diversa y con expresiones que dan colorido a su identidad.

Expresiones y manifestaciones artísticas  

En El Coral los grupos de baile se organizan temporalmente para animar las actividades del municipio. Las prácticas y las puestas en escena son coordinadas por el Grupo Guardabarranco y el Grupo Cultural Leonel Rugama.

Oficios artesanales: Agricultor, ganadero, campisto y jornalero

Leyendas: Las pozas embrujadas, con abundantes peces que no pueden ser capturados, son relatos comunes en este municipio. En los hogares campesinos siempre hay cuidados del mono o mico brujo, los duendes u otros seres misteriosos que se amparan en la oscuridad de la noche. La creencia popular apunta a prácticas de licantropía, personas que se convierten en animales.

La memoria pueblerina guarda los nombres de doña Mercedes Serrano y Mirtala Mina, como personajes pintorescos y de extrañas vivencias.

Integrante del coro de la Parroquia de La Santa Cruz

Personajes locales que han aportado a la historia y cultura

Gestores de la municipalidad: P. Ignacio González (q.e.p.d.), Rosalino Lazo Moreno (q.e.p.d.), Gonzalo Matamoros (q.e.p.d.), Emilio Trujillo (q.e.p.d.), Carlos Carranza Lazo, Carmen Bravo, Alejandro Sequeira, Auxelia Espinoza, Sebastián Mejía, Sebastián Lazo Icabalceta, Ramón Laguna, Encarnación Lazo y Guillermo Ruiz Trujillo.

En la memoria del pueblo prevalecen las gestiones de desarrollo comunitario de los sacerdotes Ignacio González Lesme, de origen colombiano, y Orestes Téllez.

Rosalino Lazo Moreno fue un reconocido productor ganadero, gestor de proyectos socioculturales y promotor deportivo.

Carlos Carranza Lazo, promotor de programas sociales, productivos y gestor deportivo.

El profesor Sebastián Lazo Icabalceta es un reconocido docente e investigador de la historia local.

La profesora Elisena Soto es una maestra de generaciones y reconocida promotora sociocultural.

Don Oscar Centeno, médico popular, tratante de mordeduras de culebra y hombre autodidacta.

Marcos Lazo fue un reconocido pionero del pueblo y productor ganadero.

Víctor Carranza y doña Elba Lazo renombrados productores ganaderos.

El municipio cuenta con una riqueza arqueológica poco explorada y estudiada. En el cerro El Chile, en los entornos del casco urbano y en las comunidades El Conejo, La Cuesta y El Trago existen importantes sitios arqueológicos con estatuaria y muestras de grabados indígenas.

Artesanías

Son de conocida popularidad nacional las artesanías elaboradas con fibras de guarumo, especialmente para la temporada navideña. Familias de Salto Grande elaboran agraciados venados y otros animales que luego adornan los hogares nicaragüenses. Este tipo de artesanía es único en el país.

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Mapa de la Oferta Turística

2023-01-20T16:31:55+00:00

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