La Procesión del Silencio: se realiza cada Viernes Santo en la Iglesia El Laborío. Es una representación de los pasos de Jesús, la reunión en el cenáculo y la oración en el huerto.
Los fieles se reúnen a medianoche en el atrio de la iglesia, acompañados por tambores y la oración de los seguidores, alumbrándose con candelas. La tiara la cargan cuatro personas en traje blanco y algunos van en la procesión con sus ojos vendados. En la ruta de la marcha se pregonan estrofas que narran los pasos de Jesús y cantos.
Procesión de San Benito.
Viernes Santo en el Barrio San Felipe: se realiza una procesión que representa a la pasión de Cristo, en una tarima con 16 muñecos representando ángeles, un Cristo Nazareno, tres Marías y la Dolorosa.
Inicia a las 08:00 de la mañana y recorre algunas calles de San Felipe, esta tradición se originó hace un siglo durante una epidemia de cólera, cuando el barrio de San Felipe se comprometió a cambio que la peste se terminará.
Gritería Chiquita: se celebra el 14 de agosto, como penitencia en pago de una promesa hecha a la Virgen María por la protección y detención de la violenta erupción del volcán Cerro Negro sobre la ciudad, en julio de 1947.
Festividad de la Virgen de la Merced: patrona de León, se celebra en septiembre, ofreciendo las tradicionales misas para las mujeres a las 04:00 de la tarde y a las 05:00 de la mañana para los hombres, durante todo el mes. El 24 de septiembre los fieles celebran en procesión la imagen de la Virgen por las calles principales de la ciudad.
Fiesta de San Jerónimo: se celebra el 29 y 30 de septiembre, se rememoran las costumbres indígenas del barrio de Sutiaba, los feligreses trasladan la imagen del santo, de la catedral a la Iglesia de Sutiaba. Toda la noche del 29 pasan en vela y el 30 la devuelven a la catedral en procesión, acompañada con música filarmónica y tambores.
San Benito.
Procesión de San Benito: se celebra el Lunes Santo, en honor a San Benito protector de los enfermos y los afligidos, saliendo de la Iglesia San Francisco. A sus pies se colocan ofrendas de oro y plata, en formas de partes del cuerpo que fueron sanadas y se tocan las campanas en su honor, en señal de ruego.
Los promesantes, que se les llaman luces, van vestidos de blanco con una cinta negra en un brazo y la cintura, ya sea de rodillas o con los ojos cerrados, descalzos, con candelas negras en sus manos y otros con escobas para limpiar a su paso.
En las viviendas se reparte chicha y como requisito para solicitarla, se debe pregonar “regáleme chicha en nombre de San Benito”.
Gritería a la Virgen de la Concepción: se realiza el 7 de diciembre. Esta fiesta que se celebra en toda Nicaragua, tiene especial relevancia en este municipio de donde es originaria.
La fiesta empieza a las 06:00 de la tarde, con el grito del obispo en el atrio de la Catedral, seguido de fuegos artificiales, baile de toros encuetados y chicheros cantando a la Virgen, sonido de las campanas de la ciudad y las sirenas locales.
Luego la gente recorre las calles con gran alegría, gritando en cada puerta donde tienen altares para la Virgen ¿Quién causa tanta alegría? y respondiendo: la Concepción de María. Los habitantes de las casas reciben a los devotos con un «brindis», llamado popularmente «la gorra», que son obsequios, alimentos, bebidas y golosinas.
Esta celebración es similar a la del 14 de agosto, con la diferencia que la de agosto es para la Virgen de la Asunción y la del 7 de diciembre para la Virgen de la Concepción, dura hasta la medianoche del día 8.
Concurso de altares: es dedicado a la Virgen Inmaculada Concepción de María y organizado por la Casa de Cultura desde hace 25 años, en la noche del 7 de diciembre.
Griteria.
Es la oportunidad de los devotos para poner a volar la imaginación en la decoración de sus altares. La imagen de la Virgen debe ser en estatuilla y se premia al más vistoso si cumplen los criterios tradicionales.
Fiesta en honor a Santa Lucía: da inicio con un triduo de misas previas al 12 de diciembre cuando por la noche se celebra una alborada, animada con fuegos artificiales y toros “encuetados” que unidos a la algarabía de la feria en honor a la santa, llenan de alegría el ambiente.
La fiesta culmina el 13 de diciembre, cuando por la mañana se celebra la procesión seguida de la misa solemne. Esa noche se pagan las promesas a la santa con la compra y ofrecimiento de votos. Los votos son pequeños ojitos puestos en la cinta que pende de la mano de Santa Lucía.
También se realiza la “Feria de Santa Lucía” a donde llegan juegos mecánicos que son acompañados de juegos de azar y enramadas con venta de comidas.
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